Presidente de Argentina: «América Latina es el continente más pobre y desigual del mundo»

El presidente de ArgentinaAlberto Fernández ,señaló durante su ponencia en la XXVIII Cumbre Iberoamericana que América Latina es el continente más desigual del mundo y que semejante propósito asoma ante los líderes de la región un desafío más que difícil.

Fernández indicó que la humanidad aún se repone de los efectos de una pandemia, en el que el mundo central se enreda en una guerra desatada por la invasión rusa sobre Ucrania alterando la economía global.

Destacó el escenario que enfrentan los líderes de Iberoamérica, reclamando el coraje y la convicción transformadora que hace falta para que lo justo y sostenible sea una realidad y no sólo parte de la retórica discursiva del encuentro en la cumbre.

El mandatario expuso que la globalización se encuentra en crisis, resaltando que saben que aquella gran aldea nunca nació y que solo se construyeron barrios centrales que concentran los recursos financieros del mundo y barrios marginales que en el sur del mundo hacen ingentes esfuerzos en la búsqueda de un desarrollo que parece nunca llegar.

Alberto Fernández agregó que la globalización otra vez se muestra frágil, destacando que el capitalismo financiero hace temblar la economía cuando otra de sus burbujas cargadas de especulación explota inesperadamente.

Expuso que el mundo central que pasivamente deja inflar esas burbujas corren en socorro del sistema ante la explosión para que el efecto dominó que ya vivimos hace 15 años no vuelva a asomar. 

Indicó que a esta altura de los acontecimientos, con tanta concentración financiera y con tanto juego especulativo, ya deberían entender que el sistema financiero actual no hay que socorrerlo más, por el contrario, Fernández señaló que lo que procede es cambiarlo drásticamente.

El presidente argentino declaró que la globalización expresa también un tiempo de revisión en su faz comercial, dando a entender que la clara irrupción de china en el mercado mundial ha generado dos efectos contundentes; el primero, expuso, es una relocalización de las industrias en sus lugares de origen, la búsqueda de mano de obra barata salió muy cara, además expresó que solo deparó demandas y crisis sociales. 

El segundo efecto fue el fortalecimiento de los bloques regionales, las Naciones Unidas en bloques han logrado potenciar sus recursos y generar un mejor marco de desarrollo social, enfatizó Fernández.

Fernández señaló durante su exposición que América en los años en los que Donald Trump gobernó en los Estados Unidos sufrió un proceso de desintegración regional tremendo, por lo que consideró que la unasur fue desvaneciéndose a medida que sus miembros se desvincularon cumpliendo mandatos impuestos por el gobierno republicano, agregó que hasta la Organización de Estados Americanos quedó al servicio de ese objetivo desintegrador, convalidando un golpe de estado en Bolivia.

«Si queremos una iberoamérica justa y sostenible el primer paso que debemos dar es restablecer la unidad, una unidad que nos permita que no se prolonguen los bloqueos económicos que afectan a pueblos de la región, una unidad necesaria para preservar intereses comunes en la que debemos respetar la diversidad ideológica en democracias fuertes, donde los derechos humanos sean respetados en un tiempo tan difícil como el que atravesamos signado por un descontento social en el que encuentra ecos los discursos del odio, que castigan a las democracias»Alberto FernándezPresidente de Argentina“

Fernández dijo que los gobernantes están moralmente obligados a unir esfuerzos, aludiendo a que todos son pasajeros en un mismo barco, indicando que tienen un destino común que los convoca y que nadie se salva solo, como diría el papa Francisco.

El mandatario prosiguió durante su discurso resaltando que la unidad de la región es una necesidad política, una condición necesaria para alcanzar los sueños, la justicia social, que es un imperativo ético que la obra les impone como líderes y gobernantes.

En ese sentido expresó que se debe reconstruir la solidaridad en la región, consolidar sociedades que a todos amparen y que no se promueva la cultura del descarte.

Manifestó que la inclusión efectiva genera empleo, consolida el mercado interno, abriendo las posibilidades al comercio exterior.

Alberto Fernández externó que «todos sabemos que no hay inclusión efectiva si no hay políticas públicas de inversión social en seguridad alimentaria, en educación, en desarrollo científico y tecnológico, en infraestructura y en salud», dijo.

El presidente de Argentina expresó su deseo de salir ante esta cumbre con ideas renovadas, ideas que favorezcan la construcción de la unidad regional, que consolide la equidad social, que tenga sobre la base un desarrollo sostenible.