Bukele inaugura la biblioteca más moderna de la región con ayuda de China

Un nuevo hecho de cooperación bilateral entre China y El Salvador acaba de catapultar la relación entre estas dos naciones.

Y es que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró una moderna biblioteca en la capital San Salvador, construida a un costo de 54 millones de dólares otorgados por China como cooperación no reembolsable.

De acuerdo con el presidente del país suramericano, la biblioteca «es una gran colaboración de la República Popular China, es una gran obra para los salvadoreños».

En el recorrido inaugural de la biblioteca que lucía iluminada con luces LED en pleno corazón de la capital, participó el embajador de China, Zhang Yanhui, y Karim Bukele, uno de los hermanos del mandatario.

Este hecho muestra la hermanda que se viene dando en estas dos naciones que busca socios estratégicos en esta parte del mundo.

APOYO DE CHINA A EL SALVADOR
El representante diplomático chino dijo que «El país ya tiene un paraíso cultural para el aprendizaje».

Y agregó que «en el camino del desarrollo de El Salvador siempre cuenta con el acompañamiento y apoyo de un sincero amigo que se llama China».

La construcción del edificio de 24.000 metros cuadrados se inició en febrero de 2022 a pocos pasos de otros emblemáticos de San Salvador como el Palacio Nacional y la Catedral.

Desde el departamento de comunicaciones de la Presidencia de El Salvador, anunciaron que los servicios de la biblioteca serán gratuitos y disponibles las 24 horas durante los 365 días del año.

Explican también que cuenta con áreas lúdicas, anfiteatro, restaurantes y áreas para investigaciones científicas.

Según Bukele, el diseño del edificio de la biblioteca que tendrá 360.000 libros está «inspirado en las olas del mar y en las montañas» del país.

LA MÁS GRANDE
Bukele ha dicho que esta biblioteca es la más grande de Centroamérica y que se estima que recibirá unas 5 mil personas diarias.

Y es que sacar adelante este y otros proyectos, es muestra de la solides de las relaciones bilaterales entre las dos naciones.

Recordemos que en mayo de 2021, el Congreso ratificó un acuerdo que en 2019 firmó el mandatario con China en el marco de una visita que realizó a ese país.

Este señalaba el otorgamiento por parte de China de 500 millones de dólares en cooperación no reembolsable y entre ese monto figuraban los fondos para esta gran biblioteca.

Hay que anotar que El Salvador restableció relaciones diplomáticas con China en el año 2018, durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén y se rompieron inmediatamente los lazos con Taiwán.

CHINA EN CENTROAMÉRICA
Expediente Abierto desmenuzó la estrategia y el patrón de comportamiento de China en Centroamérica con tres hechos muy puntuales.

De acuerdo con el informe periodístico, el primero de ellos está relacionados con los grandes proyectos donde Pekín tiene metidas las manos.

El segundo está relacionado con los acuerdos comerciales y le permite tener injerencia en el sector privado para poder tener mayor influencia en los países.

Y tercero, “perpetúa una importante coordinación de actividades y alianzas entre los medios estatales chinos y los medios centroamericanos, para desinformar y ganarse la confianza del público en sus proyectos autocráticos”.

Dice el medio que muestra de lo anterior, sería que El Salvador renovó el 30 de agosto un convenio para establecer cooperación bilateral para ejecutar proyectos de asistencia económica y técnica entre los dos países.

En esta ocasión, la Asamblea Legislativa modificó el acuerdo para que los proyectos chinos sean excluidos de la Ley de Compras Públicas.

LOS DATOS
Entre enero y junio de 2023, las exportaciones salvadoreñas al país asiático sumaron USD 5,4 millones, mientras que en 2022 fueron de USD 43,5 millones, cayendo 87,6 por ciento, reseña el Banco Central de Reserva.

Estas serían sus cifras mínimas desde que ambos países entablaron relaciones diplomáticas en el año 2018.

Pero la última jugada de China en la región fue su incorporación al Parlamento Centroamericano (PARLACEN).

A petición de Nicaragua, el congreso centroamericano revocó la calidad de Observador Permanente de Taiwán e incorporó como Observador Permanente a la Asamblea Popular Nacional China.