El proyecto de Cabo Rojo-Pedernales es uno de los grandes retos del gobierno, ya que converge la sostenibilidad, el turismo y la economía en un eje estratégico: convertir a esa provincia sureña en el nuevo foco turístico.
Si bien el Plan de Desarrollo de Cabo Rojo-Pedernales contempla una inversión total de US$1,300 millones, en la primera fase ejecutaron US$150 millones, es decir, el 11.5%. Así lo aseguró el director general de la Dirección General Alianzas Público-Privada (DGAPP), Sigmund Freud, al participar en el programa “DGII 360” de la Dirección General de Impuestos Internos.
Los proyectos en ejecución, licitación y estructuración en la modalidad de alianzas público y privada (APP) cuentan con una inversión de US$2,500 millones. “Estos proyectos impactarán Samaná, Puerto Plata, Santiago y Pedernales, siendo telecomunicaciones, infraestructura, puertos y movilidad urbana los sectores más importantes”, afirmó el ejecutivo.
La finalidad, de acuerdo con Freund, es crear un impacto socioeconómico y de desarrollo en las comunidades mediante la capacitación de inversión local y extranjera. “Cuando estos proyectos finalicen generarán más de 25,000 empleos, lo que será un reflejo de lo que el Gobierno quiere desarrollar como visión en materia de infraestructura y servicios públicos”, sostuvo.
El ejecutivo indicó que el proyecto Arroyo Barril, en Samaná, creará un mayor dinamismo económico en la provincia ubicada en el nordeste del país y que contempla una inversión de US$60 millones. Mientras, el proyecto de la autopista del Ámbar, que unirá Santiago y Puerto Plata, el funcionario aclaró que se encuentra en licitación por US$400 millones.
“Con solo dos años desarrollando estos proyectos, República Dominicana se encuentra en el octavo lugar en cuanto a seguridad jurídica, confianza, credibilidad y fortaleza en las relaciones”, aseguró.