La recientemente promulgada Ley de Facturación Electrónica generará un cambio importante en el manejo de los comprobantes fiscales, pero también será una herramienta “muy poderosa” para combatir la evasión fiscal, a través de la certificación de riesgos tributarios.
Así lo afirmó Roberto Mella Cohn, especialista en antilavado, al indicar que esta certificación implica que los que no emitan comprobantes fiscales se verán limitados a trabajar con empresas informales, ya que las empresas formales requieren este documento para respaldar sus gastos.
Además, esta certificación tendrá un impacto directo en el acceso al crédito, ya que no sólo se considerará el movimiento bancario, también los ingresos tributarios reportados a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
“Con esta disposición se le obliga a los bancos y sector bursátil dominicano a que no solamente hagan su evaluación sobre la capacidad de pago financiero y monetario al momento de atender una solicitud de crédito, sino sobre lo que llamo una capacidad de pago fiscal”, agregó Cohn.
Sin embargo, espera que se establezcan mecanismos especiales y excepciones para microcréditos; las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y la inclusión financiera. Añade que esta medida busca garantizar que estos sectores no se ven perjudicados por las nuevas regulaciones y puedan seguir creciendo en el mercado.