Duro golpe al comercio Dominicano “Haití tiene nuevos suplidores de materiales para la construcción”

Turquía, Brasil y China son algunos de los países que están abasteciendo el mercado haitiano en el área de la construcción, ante el cierre fronterizo que mantiene desde hace dos meses con la República Dominicana, su principal suplidor.

De acuerdo a Amado Gutiérrez, presidente de la federación de camioneros domínico-haitiano, empresarios haitianos están importando varilla y cemento desde Turquía.

Asegura que el inventario en esos renglones de la construcción dura hasta la tercera semana de diciembre próximo.

El líder del sector transporte de carga indicó que Brasil ha estado supliendo al país vecino de madera.

Indicó que lo propio ha estado haciendo China con los artículos eléctricos y componentes ferreteros.

Amado Gutiérrez expresó la necesidad de retomar las actividades comerciales con Haití, en especial en el sector de la construcción.

Alertó que la República Dominicana corre el riesgo de perder dicho mercado, de no restablecer las relaciones binacionales.

Efectos camioneros
A juicio del presidente de la federación de camioneros domínico-haitiano, los conductores de vehículos pesados han sido los más afectados con el cierre de la frontera entre ambos países.

Dijo que en caso de los camioneros no han sido incluidos en ninguno de los programas de ayuda que ha establecido el gobierno dominicano.

“Lamentablemente a nosotros nos han dejado en una especie de limbo”, externó.

Apuntó que las únicas llamadas que han recibido son las de los bancos, cobrando los compromisos que tienen por financiamientos de sus vehículos.

Apela a la sensatez de las autoridades dominicanas para que escuche sus súplicas.

“Exhorto a nuestro presidente Luis Abinader para que le busque una solución a la frontera”, insistió Gutiérrez.

Prohibición
La prohibición por parte de República Dominicana de la exportación hacia Haití, de materiales para la construcción, surgió el 15 de septiembre, en rechazo al canal que tiene como objetivo desviar el agua del río Masacre a territorio del vecino país.