Estudio revela República Dominicana es el tercer país de América Latina con los combustibles más caros

La República Dominicana es el tercer país de América Central, con los precios más altos en gasolina premium, gasolina regular y gasoil óptimo. Solo por detrás de Nicaragua y Costa Rica. Esta información proviene del último informe estadístico semanal disponible del Comité de Cooperación de Hidrocarburos de América Central.

Los precios que el público dominicano paga por el consumo de combustibles incluyen una reducción debido al subsidio establecido por el gobierno de la República Dominicana. Subsidios que son pagados por los mismos contribuyentes a través de impuestos actuales o futuros a través de más endeudamiento público.

Precios que sin la reducción por el subsidio serian RD$294.6 para la gasolina premium, RD$276.9 para la gasolina regular y 241.8 para el gasoil óptimo.

No obstante, aun con estos ajustes, los precios siguen siendo de los más altos de la región al ser comparados en dólares. La gasolina premium (la más utilizada) tiene un costo de RD$290.1, mientras que la gasolina regular se vende a RD$272.5, y el gasoil óptimo a RD$239.1.

Como es posible observar en los gráficos, estos precios posicionan a la República Dominicana como el tercer país con los combustibles más caros, cuando comparamos con los precios en dólares, con la gasolina premium superando el promedio regional en un 7.2%, la gasolina regular en un 7.1% y el gasoil óptimo en un 4.2%, a pesar de ser el único país de la región que aplica subsidios para disminuir sus precios en los tres combustibles analizados. Honduras es el único otro país de la región que posee un subsidio específico para el gasolina regular de US$0.02 por galón.

Los impuestos elevados sobre los combustibles y los márgenes de ganancia establecidos por ley son los principales factores detrás de esta realidad. Por ejemplo, para el periodo analizado los impuestos representaron 34.5% del precio total de venta de la gasolina premium. Esto ubica a República Dominicana como el segundo país de la región con los impuestos más elevados para la gasolina premium.

Bajo las especulaciones de una nueva de propuesta de reforma fiscal, resulta necesaria una transformación impositiva que presente medidas que permitan reducir los costos de transporte a los ciudadanos. Frente a este entorno de alta carga tributaria para empresas y hogares, se requieren políticas que no penalicen la eficiencia, la competencia y la innovación, la comercialización y producción de combustibles.