El número de heridos por el incendio que ha puesto en jaque a Quito, la capital de Ecuador, subió este miércoles a siete, mientras que las autoridades siguen intentando controlar varios focos aún activos, a la vez que buscan a los presuntos causantes de este fuego que se presume intencionado, con recompensas incluidas para quien dé información que facilite su identificación y captura.
A primera hora de este miércoles, y tras más de doce horas de esfuerzos por extinguir el fuego, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, Esteban Cárdenas, dijo que siete personas, entre ellas un bebé de menos de un año, su madre y dos bomberos, resultaron hedidos en los incendios.
Gabriel Rodríguez, capitán del Cuerpo de Bomberos, dijo que son cuatro los bomberos que tienen «algunos golpes» por caídas debido a la compleja topografía de la zona de los incendios, mientras por su lado, el Ministerio de Salud informó de la atención a 44 personas a causa de los incendios.
Rodríguez explicó que el martes combatieron el fuego primero con labores de contención para evitar la propagación del incendio forestal, y en la noche realizaron labores de monitoreo y combate a las llamas.
La mañana de este miércoles usaron drones con cámara térmica para establecer puntos calientes a fin de determinar estrategias y tácticas para las operaciones.
Según Rodríguez, este martes seguían activos dos focos de incendio: uno en cerro Auqui y otro en el Parque Metropolitano, desde donde han salido columnas de humo que mantienen parte de la ciudad bajo una bruma y con olor a quemado en el ambiente, especialmente en la zona norte de la ciudad.
De acuerdo a las autoridades, tres viviendas quedaron completamente destruidas y otras cinco afectadas.
Desde el martes hasta las primeras horas de este miércoles se había evacuado, de forma preventiva, a 107 personas, algunas de las cuales ya retornaron a sus hogares.
Las autoridades ofrecieron una recompensa para quien dé información que permita dar con los presuntos responsables de los incendios al considerar que fueron premeditados.
Luis Tonato, un agente civil de tránsito, informó este miércoles de que halló la tarde del martes dos bidones con material inflamable cerca de la zona donde se presume que comenzó el incendio. Los bidones, que ahora están bajo custodia policial, contenían aceite usado y tenían un «fuerte olor a diesel», según Tonato.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reiteró este miércoles que con el Gobierno nacional han coincidido «en catalogar a este ataque, a estos incendios, de criminales y terroristas».
Es «absolutamente sospechoso, criminal y terrorista», que mientras ocurría «este mega incendio» (en la zona de Guápulo), al mismo tiempo se prendían otros en la Cima de La Libertad, sectores cercanos a la avenida General Rumiññahui, en Llano Chico y otro en el norte de la ciudad, dijo.
Los incendios ocurrieron en la madrugada cuando «no hay ni sol, no hay ni radiación y, evidentemente, hay la acción humana», sentenció, mientras la Fiscalía abrió una investigación previa en torno a los incendios registrados en Quito.