Papa Francisco llama a los gobernantes a condonar o reducir la deuda de los países más pobres

REDACCION. – El Papa Francisco, en su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, realizado tras la oración mariana del Ángelus, ha renovado su fuerte llamamiento a los gobernantes de los países de tradición cristiana, pidiéndoles que den «el buen ejemplo» y que sigan el espíritu del Jubileo condonando o reduciendo, en la medida de lo posible, la deuda de los países más pobres.

De acuerdo al papa, cancelar la deuda de los países pobres es una cuestión ética. En ese sentido, el Pontífice destacó que este año, al marcar el inicio del Año Santo, la reflexión del Jubileo se centra en la condonación de las deudas, un acto simbólico y concreto que representa la necesidad de poner en práctica la misericordia divina a nivel social.

«El primero que perdona las deudas es Dios», recordó el Papa, haciendo alusión a la conocida petición del «Padre Nuestro» en la que se pide el perdón de los pecados y se compromete uno a perdonar a los demás. Según Francisco, el Jubileo nos invita a aplicar ese mismo principio en el ámbito social, con el fin de aliviar a los pueblos y naciones más desfavorecidos, para que «ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo sea aplastado por las deudas». En este contexto, el Papa Francisco llamó a los líderes políticos de los países cristianos a tomar la iniciativa y dar ejemplo, aliviando la carga económica de las naciones más vulnerables mediante la condonación o reducción de sus deudas.

El Papa, visiblemente conmovido por las situaciones de conflicto, también expresó su agradecimiento a todos aquellos que luchan por la paz en las zonas más afectadas del planeta, como Ucrania, Gaza, Israel, Myanmar y el noreste de la República Democrática del Congo. Durante su mensaje, resaltó el trabajo valioso de los diplomáticos y mediadores que, en estas regiones en guerra, trabajan incansablemente por el diálogo y las negociaciones, a fin de poner fin a los enfrentamientos y promover la justicia y la reconciliación.

Además, el Papa extendió su agradecimiento a las organizaciones y movimientos de base que a través de marchas, vigilias y manifestaciones mantienen viva la esperanza de paz. En particular, recordó la Marcha Nacional por la Paz en Pesaro, organizada por diversas instituciones y movimientos católicos, así como el evento «Paz en todas las tierras», de la Comunidad de San Egidio, cuyas iniciativas buscan crear conciencia global sobre la urgente necesidad de la paz.

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En su discurso, el Papa también recordó con firmeza lo que ha repetido en numerosas ocasiones: «La guerra destruye. ¡Siempre destruye!». Subrayó que la guerra es siempre una derrota, no solo para los que participan directamente, sino para la humanidad en su conjunto. En medio de la violencia y el sufrimiento que tantas personas están viviendo, Francisco hizo un llamado urgente a todos los sectores de la sociedad para que, en lugar de alimentar conflictos, se busque la reconciliación, el entendimiento y la paz duradera.

El Papa concluyó su mensaje expresando su más sincero agradecimiento a todos los que, desde sus respectivos lugares, están luchando y trabajando para que cese la violencia y para que el mundo sea un lugar de justicia, paz y unidad. En este inicio de año 2025, el Pontífice pidió que todos los hombres y mujeres de buena voluntad se unan para construir un futuro de esperanza, lejos de las sombras de la guerra y las injusticias.