El retraso en la emergencia por DANA en Valencia y la decisión que siempre acompañará a Mazón: qué falló antes de la tragedia

El desastre ha vuelto a ocurrir en Valencia: las intensas lluvias que han acompañado a la DANA en esta región ha inundado municipios enteros de la Comunidad Valenciana, donde se calculan al menos 62 víctimas mortales a causa del temporal. El aviso de Protección Civil llegó a la población a las 20:12 horas del martes y dejó a varias personas atrapadas en la carretera, en sus casas o en su puesto de trabajo.

Las redes sociales han sido testigo de imágenes de empleados de Mercadona atrapados en un camión de reparto o dependientes de Ikea incapaces de salir de la tienda a causa del agua. Mientras, muchos vecinos piden auxilio por estas mismas plataformas para llamar la atención de los equipos de rescate ante situaciones desesperadas o para intentar localizar a familiares y allegados desaparecidos. Algunos denuncian la imposibilidad de ser atendidos por el 112, pese a que el Gobierno asegure su pleno funcionamiento.

Entre el caos, cientos de personas buscan ya a los culpables en la gestión de la tragedia. Responsabilizan, principalmente, a la administración pública por los avisos tardíos y la falta de personal para hacer frente a las consecuencias de las fuertes lluvias.

Emergencias alertaba del peligro a las 12:30 horas

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que había activado el nivel rojo de alerta para el día, comenzaba a informar de los efectos de la DANA a las 7:00 horas: las precipitaciones ya superaban los 100l/m2 en la franja que va desde Pinet, pasando por la Pobla Llarga, Castelló, Alberic, Tous, Cortes de Pallás y Dos Aguas. Desde entonces, la fuerza de la lluvia solo fue en aumento. A las 8:45 horas, la Aemet ya difundía vídeos de calles inundadas en municipios como Catadau.

“Hay que tener mucha precaución, en muchas zonas del litoral no llueve o lo hace débil, pero a la costa llegan los ríos y ramblas muy crecidos y no hay que confiarse”, alertaba el organismo meteorológico a las 11:44 horas. A las 12:20 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias informaba del aumento del caudal del río Turia a su paso por el municipio de Riba-roja. Su alcalde, Robert Raga, mandó a la brigada al cauce de la rambla del Poyo para controlar la situación.

Las precipitaciones crecieron en intensidad a partir de las 16:30 horas, especialmente en el municipio de Chiva. En cuatro horas (hasta las 20:30 horas), se acumularon 435,8 l/m2 en dicha localidad, que al final del día acumularía cerca de 500 l/m2. Según informa el diario Las Provincias, la situación ya era apocalíptica antes de las 18:00 horas, con aguas bravas, coches y material urbano arrastrados por la lluvia y las corrientes.

A las 20:12 horas, ocho después del primer aviso del Centro de Coordinación de Emergencias, Protección Civil lanzaba su alerta por fuertes lluvias. “Se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia”, reza el mensaje emitido a la población. Para entonces, varias personas denunciaban desde hacía horas en redes sociales que ellos o sus allegados se encontraban atrapados en sus coches y viviendas y suplicaban ayuda.

Un 112 colapsado

“Hay diez personas atrapadas en medio de este torrente en la plaza de San Sebastián de Benetússer. Llevan horas ahí y emergencias no responde”; “No me cogen en el 112 el teléfono”; “Estamos encima de un camión, a la intemperie, mojados, con niños, personas mayores…”. Como estos, se han lanzado cientos de mensajes en Twitter (ahora X) que piden auxilio para familiares, allegados o para ellos mismos. Muchos aseguran que no han sido capaces de contactar con los servicios de emergencias.

La Generalitat asegura que el 112 está operativo e insiste en que es el número al que llamar en ocasiones de emergencia. El servicio no ha caído, pero los afectados denuncian las dificultades para conseguir que se les atienda. No es de extrañar si se tiene en cuenta la “situación límite” que vive desde hace tiempo.

En este servicio, externalizado a una empresa privada, los operadores de Emergencias 112 atienden de forma rutinaria entre 150 y 200 llamadas al día, que deben responder en un tiempo inferior a los 10 segundos y no durar más de 175 segundos. Desde hace meses, se denuncia que la plantilla presenta un alto absentismo (del 20%) y las bajas o excedencias se quedan sin cubrir. En el mes de septiembre, el grupo parlamentario PSPV-PSOE denunciaba que los servicios del 112 estaban en una “situación límite”.

El desmantelamiento de la Unidad Valenciana de Emergencias

Ante el caos que se vive en Valencia, muchos han recordado el primer acto que tuvo como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón: suprimir la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE). Varias personas lo han recalcado en redes sociales y los diputados del PSOE José Zaragoza y Luisa Sanz han recuperado su crítica a la decisión de Mazón. “Lo que votas importa. La vida de muchísimas personas depende de ello”, ha recordado Sanz.

La Unidad Valenciana de Emergencias se creó el 17 de febrero de 2023, cuando la Generalitat valenciana estaba bajo la gestión de PSOE, Compromís y Podemos. El objetivo de la UVE era mejorar la respuesta ante desastres naturales y otras emergencias en la región, pero su instauración no estuvo exenta de críticas. Varios sindicatos de bomberos se quejaron entonces de que las funciones de la UVE ya las realizaban “los bomberos y bomberas de los consorcios provinciales y de los ayuntamientos de las capitales” y veían en la nueva unidad una “duplicidad” creada “sin necesidad técnica ni operativa”.

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Con este mismo argumento, el 23 de noviembre de 2023, la Generalitat ‘popular’ eliminaba este organismo, cuando la UVE todavía se encontraba en fase de implantación. El decreto de febrero que instauraba la UVE se daban un plazo de un año para la creación efectiva de este organismo. Para febrero de 2024, por tanto, podría haberse puesto en marcha. si bien es posible que todas sus funciones todavía se encontrasen sin desarrollar.

Este miércoles, la Generalitat ha asegurado que la UVE “solo era un organismo ficticio más, con cero bomberos más, cero medios materiales más y cero eficiencia” y ha defendido que en “ningún caso mejoraba ni ampliaba ningún servicio” de Emergencias. “Solo creaba puestos para pagar sueldos a eventuales colocados a dedo”, ha sostenido.