251 millones de niños y jóvenes siguen sin escolarizar pese a décadas de progreso (informe de la UNESCO)

La población mundial no escolarizada se ha reducido sólo en un 1 % en casi diez años según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2024 de la UNESCO presentado hoy. Una de las principales causas es la insuficiencia crónica de la inversión en educación, especialmente en los países con rentas bajas y medias-bajas. En sinergia con la cumbre del G20, presidida este año por Brasil, la UNESCO pide a sus Estados miembros que movilicen mecanismos de financiación innovadores como los canjes de deuda por educación.

31 de octubre de 2024. París, Francia.- “La educación es el motor clave de sociedades prósperas, inclusivas y pacíficas. Sin embargo, la educación de calidad corre el riesgo de ser el privilegio de unos pocos si no se toman medidas serias para dar a los niños de todo el mundo la misma oportunidad de aprender y prosperar. Hoy, en la Reunión Mundial sobre la Educación de la UNESCO, pedimos un liderazgo audaz para cambiar el rumbo, aumentar las inversiones en educación y aplicar mecanismos renovados de solidaridad entre los países de ingresos altos y bajos”, ha declarado Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

Según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO 2024 (GEM Report, en inglés), la cifra de niños y adolescentes escolarizados se ha incrementado en 110 millones desde que se adoptó el Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas sobre educación en 2015, con más niños en la escuela hoy que nunca. Las tasas de finalización de estudios también están en aumento; en la actualidad, los jóvenes que terminan los estudios en secundaria son 40 millones más que en 2015.

Sin embargo, durante el mismo período, la población no escolarizada se ha reducido solo en un 1 %. Como resultado de este estancamiento global, 251 millones de niños y adolescentes siguen sin escolarizar en el mundo. Las disparidades regionales siguen siendo marcadas: el 33 % de los niños y adolescentes en edad escolar en los países con ingresos bajos no asisten a la escuela en comparación con sólo el 3 % en los países con rentas altas. Más de la mitad de todos los niños y adolescentes no escolarizados en el mundo se encuentran en la región del África subsahariana.

La financiación de la educación es un freno crucial

El segundo informe publicado hoy, Observatorio UNESCO-Banco Mundial de la Financiación de la Educación 2024, confirma que uno de los principales obstáculos para ampliar el acceso a una educación de calidad a nivel mundial sigue siendo la falta de financiación: 4 de cada 10 países destinan menos del 15 % de su gasto público total y menos del 4 % del PIB a la educación, los dos puntos de referencia acordados.

La brecha de la inversión en educación entre los países también es alarmante: los países con rentas bajas y medias gastaron solo 55 dólares por alumno en 2022 en comparación con 8543 dólares en los países con rentas altas. El informe UNESCO-Banco Mundial también advierte del peso creciente del servicio de la deuda. En África, los países gastaron casi tanto en el servicio de la deuda en 2022 como en educación. Al mismo tiempo, la disminuido la proporción de la asistencia oficial para el desarrollo destinada a la educación a nivel mundial pasando del 9,3 % en 2019 al 7,6 % en 2022.

La magnitud de las exclusiones educativas a nivel mundial nos insta a aumentar la solidaridad internacional y a activar mecanismos de financiación innovadores como los canjes de deuda por educación. Varias iniciativas bilaterales han allanado el camino en los últimos años, y ahora es posible ampliar esos esfuerzos. En consonancia con la dilatada labor del G20 que dio lugar al primer marco común para la reestructuración de la deuda en 2020, la UNESCO pide hoy a los Estados que consideren la posibilidad de crear una plataforma multilateral dedicada a convertir la deuda en financiación sostenible para la educación.

A través de esta plataforma, los países asfixiados por niveles insostenibles de deuda podrían negociar su conversión en inversiones para la educación. Para ello, se pueden tomar como base los conocimientos especializados de las principales partes interesadas en este ámbito: la UNESCO, el G20 y los fondos multilaterales para la educación como la Alianza Mundial para la Educación.

Sinergias entre la UNESCO y el G20

Los informes mencionados se han publicado en la Reunión Mundial sobre Educación organizada por la UNESCO y celebrada por el Gobierno del Brasil en Fortaleza (del 31 de octubre al 1 de noviembre). Se trata de una de las mayores conferencias internacionales sobre educación y la cuarta de una serie de reuniones convocadas por la UNESCO desde 2018 para hacer balance de los progresos realizados en la consecución de los objetivos educativos a nivel mundial. Por primera vez, el evento tiene lugar al mismo tiempo que la Reunión de Ministros de Educación del G20 y se engloba en la cuestión de la equidad y la inclusión en sinergia con las prioridades de la Presidencia brasileña del G20 de la cual la UNESCO es un socio privilegiado.

“La equidad y la inclusión en y a través de la educación son fundamentales para la visión de desarrollo social de Brasil”, ha declarado Camilo Santana, ministro de Educación de Brasil. “Estamos orgullosos de ser anfitriones de la Reunión Mundial de Educación de la UNESCO aprovechando el impulso de la Reunión de Ministros de Educación del G20 y buscamos liderar un diálogo mundial sobre la superación de las desigualdades en la educación. Brasil tiene la intención de sentar las bases hacia un enfoque más inclusivo de la educación que pueda ayudar a superar las disparidades socioeconómicas y que aporte un valor positivo a la diversidad cultural. Nuestro objetivo es asegurar que estos debates desemboquen en acciones tangibles integradas en las agendas de los países e instituciones de todo el mundo”.

La Declaración de Fortaleza, el documento final de la Reunión Mundial de Educación que será ratificado por más de 40 Ministros de Educación, incluye un llamamiento enérgico para priorizar la educación como una herramienta clave para un futuro más justo y sostenible. También pide enfoques educativos renovados que aborden los desafíos apremiantes de nuestro tiempo mediante la incorporación de la educación climática en los planes de estudio escolares, la promoción de la educación para la paz contra el aumento de la incitación al odio y la discriminación y la promoción de la igualdad de género en la educación y a través de ella.