¿Cómo afrontarán esta crisis el gobierno y los empresarios? (OPINION)

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

La política comercial de los Estados Unidos va dirigida a levantar a esa nación como el gran imperio del Norte. En los gobiernos demócratas, los norteamericanos tomaron medidas de puertas abiertas en la migración y los aranceles. Donald Trump quiere cerrar esas puertas.

Se topa con un mundo diferente a   su primer gobierno.  Hoy, su enemigo frontal son los Chinos. De ahí que busque la forma de volver a buenas relaciones con Rusia. Las presiones económicas a Putin por la guerra de Ucrania, obligan a los rusos a buscar solidaridad y ayuda de los chinos.

En abierta guerra de mercados, Trump busca aislar a China, lo cual es imposible, porque éstos tienen una de las economías más sólidas del mundo. Ahora mismo, los europeos no son competencia de los Estados Unidos ni de china.

La medida de cobrar un impuesto a toda mercancía que entre a territorio norteamericano, se inscribe en una abierta guerra comercial, que  comienza por las grande potencias y termina en los países subdesarrollados.

El reajuste de aranceles afecta directamente a la República Dominicana. Es una tasa mínima, pero impactará a las exportaciones hacia los Estados Unidos que se  estiman en más de 6,400 millones de dólares.

Desempleo

El mercado local sufrirá con estos aranceles, desde una disminución de la entrada de dólares, hasta provocar desempleo en áreas específicas. Ls zona franca tiene ahora limitados aranceles e impuestos para entrar al mercado norteamericano.

Pero con el arancel de un 10 por ciento, este sector  será golpeado de frente y podría ser que prefiera establecerse en otros países. De todos modos, la zona franca dominicana opera en condiciones especiales, donde puede ser que otros mercados no oferten las mismas condiciones comerciales.

El cierre de empresas de zona franca, que saldrían del país, puede ocasionar un masivo desempleo, entre trabajadores permanentes o de ocasión. El gobierno y el sector privado deben evaluar esta situación.

Por lo menos quedan hasta  ahora sin problemas de aranceles los mercados privilegiados de México y Canadá, que  están prácticamente en la frontera norteamericana. Ambos podrían llegar a acuerdos sobre los aranceles con los norteamericanos.

También habría posibilidades de  perjudicar los exportadores de los rubros agropecuarios tradicionales, que tienen excelentes mercados en los Estados Unidos. En estos renglones están el azúcar, el café, el tabaco y el cacao.

La guerra de aranceles toca a la República Dominicana, muy lejos el campo de batalla de chinos y norteamericanos. El golpe ya está dado por Donald Trump. Queda esperar  como afrontarán esta crisis el gobierno y los empresarios dominicanos.

jpm-am

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